Conseguir el mayor rendimiento posible con el menor coste puede ser una definición de eficiencia que también se aplica a las centrífugas. En concreto, para BMA esto supone una relación óptima entre, por una parte, el caudal y la disponibilidad y, por la otra, los costes de inversión y mantenimiento, así como la demanda de piezas de repuesto.
A pesar del pequeño diámetro de la canasta, la capacidad de procesamiento es notablemente elevada. A esto contribuyen de forma fundamental los orificios de salida elípticos de la canasta. Un motor de gran eficacia y 55 kW es el encargado de accionar la máquina conforme a la clase de eficiencia IE3 (Premium Efficiency), lo que supone un punto positivo en lo que respecta al consumo de energía.
La buena accesibilidad que proporcionan los orificios de mantenimiento, la reducción de piezas de desgaste y el empleo de componentes exentos de mantenimiento (p. ej., correas trapezoidales) reducen el volumen y la duración de los trabajos de mantenimiento. También deben tenerse en cuenta los componentes de larga duración y una construcción pensada al detalle. Por ejemplo, los amortiguadores de goma permanecen fuera de la zona de influencia de calor. Todas esta medidas contribuyen a reducir los costes de mantenimiento al mínimo.