La exigencia tecnológica y económica de obtener una masa cristalina pobre en conglomerados y libre de cristales finos no puede satisfacerse al utilizar slurry como producto de sembrado para la cristalización por evaporación. Debido a la superficie total demasiado pequeña de los cristales de slurry, durante la fase de formación de cristales la sobresaturación crece de forma indeseada, sobrepasando el límite de la zona metaestable, ya que el crecimiento de los cristales en esta fase no se desarrolla conforme al aumento de la concentración de la solución.
La formación de gérmenes secundarios, y ante todo la de conglomerados, afectan a la calidad del producto. Además, gran parte de los cristales de slurry añadidos se disuelven debido al perfil irregular de sobresaturación dentro de un tacho convencional. Sin embargo, esta fase de sembrado problemática en cuanto a la técnica de cristalización es de vital importancia para la calidad del producto final. Para poder controlar mejor esta fase, el principio de separarla tanto temporal como localmente del proceso de cristalización por evaporación ha dado buenos resultados.