De una vez alrededor del mundo

India, Brisbane, Braunschweig: el Dr. Omkar Thaval ha llegado a BMA

El Dr. Omkar Thaval trabaja como tecnólogo sénior en el área de Ingeniería de BMA AG en Braunschweig. En la entrevista nos habla de su interesante trayectoria, su pasión por la tecnología azucarera y sobre cómo le han recibido sus compañeros en Braunschweig.

 

Omkar, ¿cómo se llega desde India a BMA en Braunschweig pasando por Australia?


¡Oh!, esa es una larga historia, intentaré abreviarla (ríe). Todo comienza con la finalización de mis estudios universitarios en tecnología azucarera en India. Después aproveché la oportunidad de empezar un máster a través del programa de becas «Sugar Technology & Innovation» en Australia, más concretamente, en Brisbane. A mi máster en el área de la molienda de caña de azúcar le siguió un doctorado sobre la construcción de evaporadores tipo Robert. Al finalizar mi doctorado, cuando estaba sentado junto a mi tesis, surgió una posibilidad de trabajo como gestor tecnólogo azucarero en una empresa de asesoría para la industria azucarera en India. Estuve dos años en esa empresa como asesor de ingenios de azúcar de caña en India y Australia. A principios de 2018 me puse en contacto con BMA con motivo de un puesto en el área de ingeniería. Pero no comencé con el empleo en BMA hasta el último trimestre del año después de haber finalizado mis proyectos en curso y las tareas de la puesta en servicio.   
 
¿De dónde procede tu interés por la industria azucarera?


Mi padre es un hombre de negocios y poseía terrenos en el pueblo donde nació. En esos terrenos se cultiva caña de azúcar. También tenía muchas participaciones en una cooperativa azucarera en nuestro región y me apasionó por la industria azucarera. Más tarde se me planteó la pregunta: ¿por qué no dirigir mis estudios en esa dirección? Me decidí por mi carrera universitaria, ya que ofrece muchos temas interesantes. Y mi decisión de entonces fue sin duda la correcta.
 
¿No se planteó alguna otra cosa?


Entre mi círculo de amistades eran tendencia las especialidades en el área de la electrónica o la informática. Pero para mí siempre estuvo claro que me especializaría en el sector de la tecnología azucarera y no me he arrepentido. En los últimos años me he especializado en mis estudios universitarios de grado y máster, durante mi doctorado y, más tarde, como asesor y gestor de proyectos en el proceso de producción del azúcar crudo, el azúcar blanco de plantación y el refinado. Para ser sincero durante los últimos once años no he hecho otra cosa que trabajar con el azúcar (ríe).
 
¿Cómo has conseguido especializarte tan bien?


Soy más bien un práctico que un teórico. En Australia tuve la oportunidad de trabajar en ingeniería aplicada. A través de mis mentores de entonces trabajé en proyectos de investigación y asesoramiento sobre los procesos y equipamientos de los ingenios azucareros: molienda y cristalización, evaporadores y centrífugas.  Esa combinación de investigación y asesoría fue durante varios años un componente esencial de mi trabajo para la industria azucarera y aún lo es hoy en día. Volviendo a la pregunta: me he especializado dedicándome siempre a los problemas de la tecnología azucarera y solucionándolos mediante diferentes enfoques. 
 
¿Qué impresiones se llevó de Australia?


En Australia viví seis años en total. Viajé mucho por el continente, especialmente, entre Brisbane y Cairns. También pasé mucho tiempo fuera debido a mi tesis, sobre todo, en el interior, donde se cultiva la caña de azúcar. Aproveché la oportunidad para conversar con los propietarios de las fábricas y los agricultores. Me impresionó bastante que el trabajo en Australia está muy orientado a las soluciones. El período de recopilación de datos para mi tesis fue interesante. En aquel entonces viví y trabajé durante la zafra en los terrenos de un ingenio azucarero cuatro meses en total. Fue un tiempo de estrés, pero también muy interesante. Allí conocí personalmente a muchos empleados. No podría prescindir de esa época.
 
 
Hasta ahora hemos hablado mucho sobre India y Australia. Pero, ¿cómo es que has llegado finalmente a BMA en Alemania?


Después de seis años en Australia simplemente era el momento de hacer algo nuevo. Para ello abandoné mi zona de confort y empecé a buscar en el mercado laboral. Justo después de terminar mi tesis, volví primero a India, donde trabajé en una empresa de asesoría para la industria azucarera como asesor y gestor de proyectos. Ya conocía BMA de mis estudios universitarios: entonces realizábamos ensayos para evaluar el rendimiento de las centrífugas y esas centrífugas eran de BMA. También fue importante poder conocer al Dr. Andreas Lehnberger, que dirige el área de Investigación y Desarrollo en BMA, en el año 2015. 
 
¿Cómo entraron en contacto?


Ambos participábamos en una conferencia en Mauricio sobre balances de masas y térmicos, y conversamos sobre diversos temas, especialmente, sobre evaporadores de película descendente y ascendente. Siempre he tenido a BMA en mente, hasta que en el año 2017 me presenté para un puesto libre que se ofertaba online. Ese mismo año volvía encontrarme con Andreas Lehnberger en una conferencia en Australia. Tras presentar mi candidatura hubo una entrevista de trabajo vía Skype y, más tarde, volé a Braunschweig para una entrevista personal. Ahora trabajo desde octubre de 2018 para BMA en Braunschweig y estoy muy feliz de ello.
 
 
¿En qué trabajas en BMA?


Dicho brevemente: trabajo como tecnólogo sénior y soy responsable del perfeccionamiento de nuestros productos. Me ocupo de los balances de masas y energía de las refinerías, así como de la optimización de procesos en la refinación de azúcar y de los equipamientos. Otro ámbito de responsabilidad son los servicios de asesoría para ingenios azucareros y refinerías de azúcar. Como puede verse, tengo un amplio espectro de tareas.
 
¿Qué has aprendido desde que trabajas en BMA?


Mi trabajo como tecnólogo azucarero se concentra, sobre todo, en la optimización del proceso del azúcar. He trabajado en varios pasos del proceso en la producción de azúcar y me he especializado en la molienda, la evaporación y la cristalización. Desde que estoy en BMA trabajo también en la construcción de instalaciones, incluido el diseño de instalaciones con diagramas de flujo y PID. Mis compañeros me han ayudado mucho y me han iniciado en el trabajo con los nuevos sistemas. 
 
 
¿Qué te ha quedado en el recuerdo de los primeros días en Alemania?


Al principio tenía miedo de que mis conocimientos de alemán no fueran suficientes. No obstante, los nuevos compañeros me tranquilizaron rápidamente, puesto que hablan un buen inglés. También recibí mucha ayuda al buscar vivienda, visitar la administración o contratar la conexión a internet. Eso no me lo esperaba y me ayudó mucho a acostumbrarme a mi nuevo entorno. Siempre estoy abierto a nuevas impresiones y perspectivas, sobre todo, a la comida alemana y las especialidades locales (ríe).

Muchas gracias, Omkar, ¡es estupendo que ahora el camino te haya conducido hasta nosotros!