Más eficiencia, menos costes

Smart Sequencing gestiona las centrífugas interconectadas

Smart Sequencing gestiona las centrífugas interconectadas

Aumentar el rendimiento, disminuir los costes de servicio: este reto está cobrando cada vez más importancia en la industria azucarera. Esto también puede aplicarse al uso de centrífugas discontinuas. Nuestra atención se dirige especialmente a la mejora de la e ciencia energética.

Debido al modo de funcionamiento en función de la producción, las centrífugas discontinuas sobrecargan en gran medida la red de energía. Se producen cargas alternantes en la red de suministro a causa del uso de variadores de frecuencia regenerativos: si la centrífuga acelera, se alimenta de la red de energía, si esta frena, introduce energía en la red. Cuantas más centrífugas se utilicen, con más fuerza se manifestará este efecto.

Para obtener mejores procesos: enclavar las centrífugas

La solución al problema no es otra que enclavar las centrífugas entre sí. De esta forma, se evita que arranquen al mismo tiempo y, por lo tanto, que se superen los límites de carga. Para poder realizar este enclavamiento no solo se necesitan amplios conocimientos técnicos y experiencia, sino que también se requiere un gran esfuerzo para adaptar las centrífugas a los procesos.

BMA se ha propuesto avanzar en este punto. La idea: Smart Sequencing. El principio de secuenciación no supone ninguna novedad. Lo nuevo reside en la evaluación automática de datos de proceso y la adaptación continua al proceso en curso.

El control Smart Sequencing procesa de forma continua los datos de proceso de las centrífugas. Con el resultado, el sistema de control determina los tiempos óptimos de enclavamiento y las centrífugas trabajan ahorrando energía. Para obtener un caudal máximo es posible cambiar el modo de funcionamiento durante el proceso en curso y, de esta forma, controlar el arranque en los intervalos más breves posibles.

Sólida interconexión de 24 centrífugas

El control Smart Sequencing puede gestionar hasta 24 centrífugas. La distribución puede realizarse en hasta cuatro grupos con un máximo de seis unidades cada uno. Durante el proceso en curso, las centrífugas pueden distribuirse de forma flexible. El foco de atención se centra en la organización óptima de las centrífugas BMA. El uso de la última tecnología permite incluso controlar su accionamiento. Esto impide que las máquinas consuman energía innecesaria durante las fases de espera.

Esta innovación de BMA supone un progreso dentro de la industria azucarera. También porque, mediante la de finición de información estándar, se pueden integrar centrífugas de otros fabricantes en el concepto de secuenciación. De esta forma, BMA puede actuar de forma flexible frente a las más diferentes constelaciones de centrífugas para cumplir con todas las exigencias de la industria.